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el periodico de saltillo
Octubre 2015
Edición No. 320



El salario mínimo se fijó para legalizar la esclavitud

El salario mínimo de $ 70 pesos y 10 centavos es una burla contra los mexicanos, esto nos pasa por aceptar
gobiernos fatuos y populistas, como lo han sido los de 1983 hasta el 2015. Peña Nieto es el peor de ellos y
sin embargo en la ONU se jacta de advertir al mundo de los populistas ya sean de izquierda o de
derecha; él sin duda es el más populista que jamás hubimos tenido.


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El salario mínimo fijado para comenzar el 1º de octubre en $ 70 pesos 10 centavos para todo el país, no tiene ninguna lectura más que la de la legalización de la esclavitud, porque con esa cantidad de dinero, no le alcanza a una sola persona para sobrellevar su gasto mínimo necesario, y por supuesto no sirve para nada al gasto de una familia. El objeto primordial que tuvo Salinas de Gortari para restarle al salario mínimo su poder adquisitivo fue hacer a las empresas más competitivas a costa del sudor y el esfuerzo de la clase trabajadora. De 1983 al 2015, el salario ha perdido más del 72% de su poder de compra. ¡Es una mentada de madre a la pobreza!

Si queremos entender ese freno al salario, solo basta pensar que los gobiernos que lo han deteriorado no son gobiernos de la gente sino agentes del capital, de los ricos y las trasnacionales. Esta gente a la que hay que calificar, mínimo de maldita, quisieron hacer competitivo al país para competir con China y con otras naciones de Asia, sin embargo lo único que lograron es crear una nación de miserables de los cuales, la mitad de ellos deambulan por el filo del hambre y eso, ha recrudecido la delincuencia, la disidencia y la violencia. Por otra parte, los políticos, los funcionarios públicos y los empresarios, han incrementado sus ingresos en un 830% con relación a lo que percibían en 1983, diciéndonos con esto que amén de malditos son un gobierno de sinvergüenzas que se sirven de la gente y que por ende no sirven más que para maldita la cosa.

Ayer, viendo a Peña Nieto y escuchando su discurso desde la ONU, me retorcía de muina, el coraje se me subía más y más conforme oía sus mentiras, ello llegó al climax cuando alertó al mundo sobre el populismo, sea este de izquierda o de derecha, cuando para mí, Peña Nieto, en los 75 años que llevo de vida, jamás hube visto ni oído a nadie más populista que este monigote que los poderes fácticos nos endilgaron para ocupar la primer magistratura de México. ¿Qué es populismo? Populismo no es dividir las opiniones que vierten los demagogos sino que radica en convencer, por los medios que sean, a las masas humanas de ciertos cambios y requerimientos que le son acotados por los malos gobiernos. Es cierto, hay populismos de izquierda y de derecha, ahora veamos cuales son las diferencias de esos populismos a los que Peña Nieto se refiere.

Para ejemplificar con claridad, el populismo de izquierda al que Peña Nieto se refiere, es el que López Obrador ha llevado al punto de contradecir todas las acciones de este gobierno –y los anteriores- porque nos han llevado a la miseria; los recursos que usa el Peje son mínimos, es su liderazgo y la voluntad de sus seguidores, considerando que nuestro gobierno es pésimo, ilegal, corrupto, inepto y con tendencia a favorecer a quienes más tienen, descobijando a los pobres, a la inmensa mayoría de los mexicanos, y esto es injusto porque gobernar para unos cuantos no es gobierno sino que se trata de una pandilla de políticos coludida con otra pandilla, la de los ricos.

Aclaro que López Obrador no es santo de mi devoción, sin embargo demostró con creces en el Distrito Federal, que sí se puede gobernar para favorecer a las mayorías, eso es gobierno y no la jerigonza que manipula Peña Nieto desde las alturas para beneficio de él, de sus contlapaches (encubridores, cómplices y promotores) y sobre todo de los grandes capitales, sean estos nacionales o extranjeros. ¿Cómo es el populismo de derecha? El que ejercen los ricos a través de gobiernos fatuos y a su servicio como el de Peña Nieto, quien gasta miles de millones de pesos del erario para enaltecer su figura, aunque esta sea la de un enano, y para engatusar a los mexicanos por medio de la radio, la Televisión –sobre todo- y la prensa escrita. Este es el verdadero populismo que tiene hundido en la ignominia y la miseria a México y a los mexicanos. Es el populismo de Peña Nieto, de sus cómplices de los grupos de Atlacomulco y del estado de Hidalgo, con Salinas de Gortari de la mano y con los grandes empresarios nacionales y trasnacionales afincados en México, encabezados por Claudio X. González y una treintena de millonarios desalmados que operan desde el Consejo Coordinador Empresarial, COPARMEX, y un sinnúmero de cámaras que engloban a industriales, comerciantes y prestadores de servicio.

Además Peña Nieto quiso embaucar a sus oyentes en la ONU, les habló de derechos humanos y se mordió la lengua, porque no les dijo nada de Ayotzinapa, de Tlatlaya, de Apatzingán y del maltrato extremo a los migrantes centroamericanos que cruzan por nuestro territorio para llegar al sueño americano, y peor aún, dijo que hemos avanzado en democracia, ¿en cuál? En la que requirió de MONEX y SORIANA para trampear las elecciones del 2012. Creo que al presidente le faltó cordura, sus oyentes en la ONU no se tragan ni uno de sus cuentos fantasiosos, procaces y hartos en mentiras y falsedades. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 
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